Estrenada en Viena en septiembre de 1791, La flauta mágica fue la última obra escenificada en vida de Wolfgang Amadeus Mozart, autor de la partitura de esta ópera además de francmasón, como también lo fue el responsable del libreto, Emanuel Schikaneder.
El musicólogo Roger Alier ha definido La flauta mágica como “un acto de propaganada de la francmasonería”. Opinión muy concluyente que otras voces prefieren cuanto menos matizar, incluso desde la propia masonería.
El pasado día 24 de febrero, y en el transcurso de una proyección comentada de la ópera en cuestión organizada por la logia Blasco Ibáñez de Valencia, el ponente del acto, Joaquín Vela, afirmó que aunque en el argumento “se reconocen tics de un masón, y aunque aparecen ciertos ideales y elementos masónicos, no podemos hablar de una obra masónica”.
El diario Levante recoge en su edición de hoy la intervención de Vela, miembro de la logia Luz de Levante #2582 de Murcia, quien señaló al auditorio que La flauta mágica “está plagada de paganismo y aborda la dualidad: el enfrentamiento de dos opuestos, dos argumentos”. Dualidad, añadió, que “está muy presente en la masonería”.
Refiriéndose al resto de los anteriormente mencionados “tics masónicos” que se pueden observar en esta obra de Mozart, el experto comentó también la peripecia argumental del protagonista, que debe someterse a una serie de pruebas con presencia de los cuatro elementos, cuestión que se relaciona con las pruebas de la ceremonia de iniciación masónica.
Da www.actualmasonica.com
´Pese a los tics y elementos masónicos, ´La flauta mágica´ no es una ópera masónica´
La Logia Blasco Ibáñez de Valencia celebra una proyección comentada de la partitura de Mozart en el Club
JOSEP LLUÍS GALIANA VALENCIA La Logia Blasco Ibáñez de Valencia organizó una proyección comentada de La flauta mágica, de Mozart, en el Club Diario Levante. Federada a la Gran Logia de Oriente de Francia, la logia valenciana celebró durante el pasado fin de semana unas jornadas masónicas de puertas abiertas en la ciudad de Valencia.
Joquín Vela, perteneciente a la Logía de Levante de Murcia, fue el encargado de presentar y analizar la primera ópera alemana bajo la forma musical del singspiel, un tipo de ópera popular cantada en alemán y en la que se intercalan partes habladas. Estrenada en Viena el 30 de septiembre de 1791, La flauta mágica (título original en alemán, Die Zauberflöte) constituye, en palabras del musicólogo catalán Roger Alier, "un acto de propaganda de la francmasonería". Para Vela, sin embargo, "esta ópera es un espectáculo deslumbrante, una obra en la que se reconocen tics de un masón y, aunque aparecen ciertos ideales y elementos masones, no podemos hablar de una obra masónica".
La flauta mágica parte de un encargo del empresario teatral y autor del libreto en alemán Emanuel Schikaneder, quien además interpretó el rol de Papageno el día de estreno con Mozart en el podio dos meses antes de su trágica muerte. Schikaneder y Mozart fueron hermanos masones en la Logia La Beneficencia, donde Mozart se inició en 1784.
La acción fue dotada de una significación simbólica supuestamente de acuerdo con ciertas prácticas masónicas. "El elemento mítico y maravilloso y un entorno exótico y oriental adquirieron en La flauta mágica un gran relieve, explicó Vela. La partitura mozartiana está plagada de paganismo y aborda la dualidad: el enfrentamiento de dos opuestos, dos argumentos. La dualidad, remarcó el experto, está muy presente en la masonería". Para Vela, la ópera del genio de Salzburgo recoge una parte iniciática en la que el protagonista debe someterse a una serie de pruebas y la presencia de los cuatro elementos del mundo natural (agua, fuego, aire y tierra), tan relacionados con las cuatro pruebas del rito de iniciación masónico.
Da www.levante-emv.com
