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mercoledì 25 maggio 2011

Talleres sobre el papel de la masonería en la sociedad

LA HABANA, Cuba, 17 de mayo -La Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos se encuentra desarrollando un programa de talleres interactivos, destinados a difundir entre los afiliados a la Institución Fraternal los valores sociales implícitos en la doctrina masónica.

Los encuentros programados, efectuados en la logia “Hermanos del Mundo”, radicada en el Reparto Lawton, contaron con la participación de los Sres. Eduardo Estrada Rondón, Gustavo Pardo, Cayetano Toledo Cabrea y Eugenio Leal García; académicos especializados en temas de filosofía, jurisprudencia e historia masónica; introduciéndose, además, el argumento “La Mediación de Conflictos”.

El primero de los Talleres se dedicó a explicar el sentido práctico que encierra la filosofía simbólica de la Masonería, y lo conveniente de su aplicación en la vida diaria. El siguiente aspecto tratado, implicó la exposición, desde la óptica de su Jurisprudencia, de lo que es la Masonería; su estructura, organización y los derechos que asisten a sus miembros durante el desempeño de su labor fraternal.

El tercer Taller, fue dedicado a dar a conocer aspectos inéditos sobre la trascendencia del ideal masónico en la redacción de las Constituciones Mambisas, así como las bases democráticas contenidas en las mismas. El programa concluyó con la disertación de Leal García sobre las técnicas para la solución pacífica de conflictos familiares y sociales.

En el evento se logró comunicar a los participantes las nociones esenciales en el ideario fraternal de la Institución; conocimientos necesarios para que los masones, interioricen la obligación moral que ellos tienen de convertirse en difusores de una cultura de paz que coadyuve a la consumación de la obra Masónica: la Fraternidad Universal.

En la sociedad civil cubana pre revolucionaria se integraba el trabajo social, complementando a las instituciones gubernamentales en los aspectos en los que la acción de éstas era deficiente; estableciendo así un equilibrio armónico entre lo estatal y lo No Gubernamental, cuyo resultado beneficiaba a la sociedad en su conjunto. La mayor parte de estas instituciones dejaron de existir en los primeros años de la década del 60; sólo unas pocas, entre ellas la Masonería, lograron subsistir precariamente.

Hasta 1959 la Masonería había ganado prestigio en Cuba por promover campañas en favor de la educación, la asistencia social y la salud; al tiempo que combatía lacras que, como el juego, el alcoholismo, la prostitución y la corrupción; que afectaban el desarrollo y la credibilidad del país. Al asumir el control de la nación, el Gobierno Revolucionario logró enclaustrar a esta Fraternidad en sus templos, prohibiéndole su labor social.

No fue hasta el derrumbe del campo socialista que el gobierno permitió a los masones cubanos realizar algunos eventos públicos; lo cual no ha implicado que la Institución pueda insertarse en la vida social del país como antes